La Milicia
La milicia a finales del siglo XIX: El servicio militar marcaba profundamente la vida de los jóvenes Guardamarencos de la época. Para un muchacho que no había salido nunca de su entorno, con una cultura más bien escasa -muy pocos sabían leer y escribir-, suponía una aventura en algunos casos traumática (ver nuevos mundos, gentes con otra manera de hablar, pensar, color etc., enfrentarse a guerras, epidemias o enfermedades raras). En este contexto podemos enmarcar la fiesta de los “quintos” que se organizaba el día del reconocimiento y tallaje, como si fuera un primitivo rito tribal, donde se pasaba de la adolescencia a la madurez. En esta fiesta se competía para ver quien era más valiente y realizaba mayores gamberradas, se tiraban los carros aparcados en la calle a la “costera” (barranco que estaba en la estación de autobuses), ponían picaportes, rompían las farolas del alumbrado público, entre otras muchas gamberrada de mal gusto. Si algo positivo tenía el servicio militar, e