El Batallón de Milicia Nacional

El Batallón de Milicia Nacional: La discrepancia del general Espartero y la reina regente María Cristina surgió durante la entrevista de Esparraguera. Pero la ruptura de ambos se produjo cuando la reina promulgó la ley de Ayuntamientos en 1840, esta ley provocó la revuelta de varias ciudades españolas, y Espartero exigió la dimisión del Gobierno y la anulación de la nueva ley. María Cristina se vio obligada  a derogar la ley e inmediatamente presentó su abdicación y salió del país, dejando el camino libre a los progresistas y a Baldomero Espartero como Regente hasta que la infanta Isabel cumpliera la mayoría de edad a los 14 años como establecía la Constitución de 1837.
Espartero no se distinguió por ser un buen estadista y a las conspiraciones que venían del exilio se añadieron las de miembros distinguidos de su propio partido.
En la sesión parlamentaria de 20 de mayo de 1843 se produjo la ruptura entre las Cortes y el Gobierno, y Olózaga conquisto la jefatura de la oposición progresista con su célebre discurso: ¡Dios salve al país! ¡Dios salve a la reina!. La crisis política fue acompañada por la insurrección de varias regiones, entre ellas la nuestra.
En este contexto se recibió en Guardamar el 29 de junio de 1843 un comunicado de la Comisión de Gobierno de la provincia de Alicante que decía: Esta Comisión que compendiando su deber velar inmediatamente por la seguridad de los pueblos comprometidos en la noble lucha por su libertad y la de su Reina, ha creído ser llegado el caso de adoptar aquellas medidas que puedan contribuir a tan laudable objeto. En este momento las tropas del General Espartero se acercaban a los confines de la provincia, por lo que era necesario observar sus movimientos de cerca para proceder a obrar según se vayan desarrollando los acontecimientos.
Por lo que se dispuso que entre todos los pueblos del Partido Judicial de Dolores, se reclutaran 50 hombres, dos oficiales y una caja de guerra o corneta, para que se encuentren disponibles y en píe de guerra el 1 de julio en Elche.
El reparto de reclutas quedó de la siguiente manera: Dolores 5, Albatera 5, Almoradí 6, Benejuzar 3, Callosa 6, Catral 5, Cox 2, Dayas 1, Formentera 1, Granja 1, Guardamar 6, Rafal 1, rojales 5, S. Felipe 1, y S. Fulgencio 2.
Como cabía la posibilidad de que  entrasen en combate se exigió que los reclutados fueran nacionales, solteros o viudos sin hijos, o ser licenciados del ejercito.
Debían partir con una dotación suministrada por los Ayuntamientos de 4 reales diarios por lo menos hasta alcanzar los quince días.
Los dos oficiales y el corneta se nombraron más tarde de entre los tres batallones de la Milicia Nacional  que tenían su sede en Almoradí, Catral y Guardamar.
Narváez se unió a los disidentes y derrotó al ejército de Espartero en su avance sobre Madrid (Torrejón de Ardoz: 22-julio-1843). Espartero renunció a la Regencia y embarcó el 30 de mayo hacía su exilio londinense, por lo que el batallón de la comarca no tuvo que entrar en combate.

                                                                                      

 José Viudes Amorós. Vocal de l’Institut d’Estudis Guardamarencs.


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