Hace Cien años
Centenario de su actual nomenclatura (1916-2016)
La Sociedad Geográfica de Madrid, se constituyó en un acto celebrado en la
Real Academia de la Historia el 2 de febrero de 1876. A este acto constitutivo
acudieron importantes personalidades y profesionales de la época.
Su primera Junta Directiva estuvo presidida por el ex ministro y ex alcalde
de Madrid Fermín Caballero, que había sido el primer catedrático de Geografía
de la Universidad Central. De esta primera Sociedad, formaron parte numerosas
personalidades de la vida pública y científica nacional, entre los que cabría
destacar a políticos, como Antonio Cánovas o Segismundo Moret, cartógrafos
militares, como Carlos Ibáñez de Ibero, fundador del Instituto Geográfico
Nacional, ingenieros, como Carlos María de Castro, diseñador y promotor del ensanche
madrileño, y otros muchos distinguidos personajes de la España de la
Restauración, como Joaquín Costa, José Echegaray, Cesáreo Fernández Duro, etc.
En
1901, a propuesta del ministro de Instrucción Pública y por Real decreto de 18
de febrero, la Sociedad Madrileña se convirtió en Real Sociedad Geográfica.
La Geografía, a caballo de los dos siglos, era un saber estratégico
fundamental en las relaciones entre Estados y en la misma política interior de
cada uno de ellos. La expansión colonial, las unificaciones nacionales, el
imperialismo industrial y las mismas obras de fomento y desarrollo nacional
confirieron al conocimiento e interpretación del territorio una trascendencia
política de primera magnitud, cimentada en un creciente interés científico y
académico específicamente interesado en los proyectos de expansión territorial,
tanto en África y Asia, es el caso de la Geografía Colonial, como en lo
relativo al desarrollo de las mismas metrópolis, como ocurría con la Geografía
Política y, en cierto sentido, con la misma Geopolítica. En este ambiente
científico y político inició sus tareas la actual Real Sociedad Geográfica.[2]
Una de las primeras propuestas de
principio de siglo XX, fue un proyecto para cambiar la nomenclatura de 1.020
entidades locales con un mismo nombre, de las 9.266 que formaban España.
Intentando evitar de esta manera la confusión que hasta este momento existía
para identificar a estas poblaciones.
El nombre de Guardamar desde su fundación
a finales del siglo XIII hasta principios del siglo XX había permanecido
inalterable. El 30 de marzo de 1907 la Permanente de la Diputación provincial
de Alicante “vio con satisfacción” [3]el
proyecto de la “Real Sociedad Geográfica,” de “Reformas de la Nomenclatura
geográfica de España”.
Dicho proyecto tenía como objetivo evitar la
confusión entre poblaciones del mismo nombre en todo el territorio nacional. Entre
los pueblos que debían cambiar el nombre se hallaba Guardamar, que pasaría a denominarse
Guardamar del Segura.
Tras nueve años deambulando por los
cajones del ministerio el proyecto se retomó de nuevo. Finalmente el 2 de julio
de 1916 se publicó en la Gaceta de Madrid, número 184 la exposición siguiente:
“La Real Sociedad Geográfica ha realizado
prolijo y meditado estudio para la reforma de la Nomenclatura geográfica de
España, por estimar de conveniencia y verdadera utilidad el cambio de
denominación de las entidades de población cabezas de distrito municipal, á fin
de que desaparezca la extraordinaria y lamentable confusión originada por el
hecho de existir, entre los 9.266 Ayuntamientos que constituyen la Nación, más
de 1.020 con idénticos nombres, y esto sin calificativo ni aditamento alguno que
los distinga.
Al acometer
dicha Real Sociedad labor tan importante y meritoria, háse (sic) a atenido á
bases ó reglas generales que imprimiesen á la obra unidad de criterio,
limitándola en lo posible y procurando que afectara al menor número de
localidades, dejando intacto el nombre actual á las poblaciones de mayor
categoría administrativa, como las capitales de provincia, cabezas de partido
judicial y las de mayor número de habitantes, y variando los de aquellas
entidades de población cuyo número de vecinos es menor que el de sus homónimas,
procurando que el calificativo que se asigne no sea arbitrario sino el que el
que la tradición, el uso ó los afectos de cada localidad vienen consagrando, y
teniendo también presentes los antecedentes históricos, circunstancias
especiales del terreno, etc., y con especial predilección las palabras que
expresan nombre de corriente de agua, de la montaña, del territorio, de la
particularidad geográfica, en fin, en cuyas cercanías ó dentro del cual se halle enclavado el
Ayuntamiento ó población cuyo nombre propone modificar, habida cuenta del
carácter de perpetuidad del accidente que califique y distinga al pueblo de que
se trate, á fin de que lleve consigo la casi inmutabilidad de su nueva
designación.
En los Ayuntamientos conocidos con dos nombres ha eliminado uno de ellos, y en los que llevan las
palabras junto ó las ha sustituído
(sic) por la partícula de.
La expresada Sociedad Geográfica ha consultado y obtenido
favorable informe respecto á la indicada reforma de las Direcciones Generales
de Correros y Telégrafos, del Instituto Geográfico y Estadístico, de los
Registros Civil, de la Propiedad y del Notariado, de los Depósitos de la Guerra é Hidrográfico
y de las Diputaciones Provinciales respectivas.”
En atención á lo expuesto, el Ministro que suscribe tiene el
honor de elevar á la sanción de V. M. el adjunto proyecto de Real decreto.
Madrid, 27
de Junio de 1916.
SEÑOR
A.L.R.P. de
V.M.
Conde de Romanones
El Real Decreto sancionado por el rey Alfonso XIII el 2 de
julio de 1916 decía así:
REAL
DECRETO
“De conformidad con el Presidente de Mi Consejo de Ministros;
de acuerdo con el mismo Consejo y con el parecer de la Comisión permanente del
Consejo de Estado.
Vengo en aprobar la reforma propuesta por la Real Sociedad
Geográfica, cambiando la denominación á los 573 Ayuntamientos de España en
aquélla comprendidos, los cuales, en lo sucesivo, se designaran con los nombres
que especifica la siguiente relación, que insertará en la GACETA
de MADRID.
Boletines Oficiales de las provincias
y publicaciones oficiales de los departamentos ministeriales.”
Dado en Palacio á veintisiete de Junio de mil novecientos
dieciséis.
ALFONSO.
El presidente del Consejo de Ministros.
Álvaro Figueroa
A partir de aquí viene una relación por provincias de los de
los 573 ayuntamientos de España comprendidos en la propuesta de la Real
Sociedad Geográfica, cuyos nombres se modificaban en virtud del anterior decreto
real.
Enumeraré solamente las poblaciones modificadas en nuestra
provincia:
Aguas, partido de Jijona, se llamará Aguas
de Busot.
Bañeras, partido de Alcoy, se llamará
Bañeres.
Formentera, partido de Dolores. Se llamará
Formentera del Segura.
Gata, partido de Denia, se llamará Gata de
Gorgos.
Guardamar partido de Dolores, se llamará
Guardamar del Segura.
Monforte , partido de Novelda, se llamara
Monforte de Rambla.
Muro, partido de Cocentaina, se llamará
Muro de Alcoy.
San Juan, partido de Alicante, se llamará
San Juan de Alicante.
Un total de ocho poblaciones de la provincia tuvieron que
cambiar sus nombre a partir de esta fecha, todas las poblaciones han mantenido
hasta hora la nueva nomenclatura, excepto Monforte que a los vecinos no les
gustó el nombre y a petición de la mayoría, se solicitó formalmente el cambio
de esta nueva denominación por la actual de
Monforte del Cid, añadiendo el topónimo de origen árabe de la “Sierra del Cid” situada muy cerca del
municipio, siendo aprobada la solicitud mediante el Real Decreto de 4 de
diciembre de 1916.[4]
En Guardamar las actas municipales anteriores al Decreto se
encabezaban con la fórmula siguiente: “El la villa de Guardamar a”(…), a partir
de esta fecha se encabeza con la siguiente fórmula: “En la Villa de Guardamar
del Segura a” (…).
Por desgracia los libros de actas de plenos de 1912 hasta
mediados de 1917 no se encuentran en el Archivo municipal, la referencia que
tenemos para constatar cuando se produjo el cambio efectivo del nombre, es el
libro de Acuerdos de la Junta Municipal de 1902 a 1917.
La ultima acta con el nombre de Guardamar, es la del 2 de
julio de 1916 y la primera con la nueva nomenclatura, es la del 14 de agosto de
1916.[5]
La
corporación municipal estaba compuesta por los siguientes vecinos:
Alcalde: José Aldeguer Blasco.
Concejales: Rosalino Verdú Rodenas; Joaquín Martínez Sánchez;
Francisco Sanz Pérez; Manuel Hernández Aldeguer; José Ferrer Morante; Ramón
Pérez García y José Viudes Aldeguer.
Este cambio
de nombre que estuvo propiciada por la instituciones académicas de la época,
tuvo escasa participación de las poblaciones afectadas, exceptuando las
consultas que realizaron a las diputaciones provinciales.
Se trató de
una de las modificaciones más importante de la nomenclatura geográfica
municipal acontecida en España. A los pueblos afectados se le añadió un
complemento a su nombre para evitar confusiones, generalmente hacía referencia
a algún accidente geográfico de la zona o bien alguna circunstancia histórica
conocida que contribuyera a una mejor localización de la población.
El grado de
identificación o aceptación de la población del nuevo nombre, se debía
principalmente a que el nuevo nombre ya estuviera aceptado en la conciencia colectiva
por ser parte del acervo histórico o geográfico. En el caso de Guardamar, no
hubo mayor problema en la aceptación del nombre del río Segura en su apéndice,
pues este río estaba muy presente en la vida de sus vecinos. No fue el caso de
algunas poblaciones que se negaron a admitir la nueva nomenclatura.
Pero es
cierto que a pesar que en estos cien años no ha habido problemas en aceptar el
apéndice del Segura en la nomenclatura de Guardamar, también debemos de tener
en cuenta que los vecinos a la hora de escribir el nombre de nuestra villa en
direcciones o documentos tendemos a poner solamente el nombre principal,
dejando de lado su adjetivo.
En una
sociedad comercial como la nuestra, en la que los eslóganes cortos son tan
importantes para convencer al consumido de las bondades de nuestro producto,
considero que al bonito y comercial nombre de Guardamar le afea el apéndice del
Segura que llevamos arrastrando cien años por el capricho o la buena voluntad
de unos señores sin consulta a los vecinos. Máxime cuando no cumplieros con una
de las clausulas del preámbulo del Decreto, que era: “ que se respete el nombre
de las poblaciones de mayor categoría administrativa y de mayor número de
habitantes.” La otra población con la nomenclatura de Guardamar ( de la Safor),
es una población de apenas 500 habitantes.
José Viudes Amorós.
Vocal de l’institut d’Estudis Guardamarencs
© copyright
[1] J.A. Barrio Barrio.
“Guardamar en la Edad Media. De villa a aldea (…)”. En Guardamar del Segura.
Arqueología y Museo. Museos municipales en el MARQ. Alicante, 2010
[2] realsociedadgeográfica.com
[3] V. Ramos, Historia de la Diputación de Alicante.
T-III. Diputación Provincial de Alicante, 2003. Pp.570.
[4] Esteve Miralles, José Antonio
"Monforte y algunos breves apuntes sobre los topónimos a lo largo de su
historia" Artículo publicado en el Libro Oficial de Fiestas, año 1997.
[5] Signatura43/2. AHMG.
*
Fecha aproximada.
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