Compraventa
Compraventa.
En
este artículo os voy a mostrar literalmente un contrato de compraventa entre un
joven que estaba en el “Servicio Militar” y su cuñado.
<<Yo
Vicente Claramunt de Gaz, vecino de esta Villa y en la actualidad en el
Servicio de S.M. en el Regimiento de Marina del Apostadero de Cartagena. Digo haber
vendido a mi cuñado Antonio Burgos Campillo de esta vecindad, una cuarta de
tierra huerta que poseo en el término de esta Villa de Guardamar y en su
partida de “La Vuelta del Río” por el precio de 80 Reales de Vellón, los que
confieso haber recibido a mi satisfacción del indicado mi cuñado, cuya tierra
me corresponde por herencia de mi difunta madre, la cual se halla comprendida
en un “bancal” que en este día está proindiviso con los demás mis hermanos, y
de la que se asignaré que para este efecto le concedo todo el poder y facultad
y acción que en derecho me pueda corresponder, a fin de que en mi
representación y nombre, conmine a aquellos judicial y extrajudicialmente al
deslinde y señalamiento de la indicada parte que me corresponde, caso de
morosidad, pueda el dicho mi cuñado Antonio Burgos desde este día para siempre
jamás disponer y gozar como absoluto dueño, y como le acomode de dicha cuarta
de tierra, para lo cual deberá tenerse y mirarse esta mi declaración y
disposición como si fuera escritura pública ante Escribano.
Para
su mayor validación y firmeza, dando por expresados todos los requisitos en Derecho necesarios, y los de mi “Fuero
Militar” que Su Majestad para este caso y otros me pueda dispensar todo para su
entera firmeza y seguridad de mi cuñado.
Y
para que conste y sirva de documento al dicho Antonio Burgos mi cuñado, doy el
presente sin firmar por no saber. Lo que hace a mis ruegos uno de los abajo
firmados testigos, que lo son Patricio [Samvint] y Don José Mas.
En
esta mencionada Villa de Guardamar a los catorce días del mes de Diciembre de
mil ochocientos treinta. >>
Hacía
poco más de año y medio que Guardamar había sufrido el terrible terremoto de 21
de marzo de 1829, muchas familias perdieron sus viviendas y tuvieron que
improvisar refugios para poder pasar las noches al abrigo de las inclemencias
de la naturaleza. Unos construyeron barracas como la de la ilustración, que
ofrecía unas condiciones muy parecidas a una vivienda de piedra, otros en
cuevas de la ladera del monte, naturales o excavadas artificialmente, o bien en
los restos de edificaciones que se pudieron aprovechar en el “pueblo viejo”.
El
nuevo pueblo diseñado por Larramendi, estaba ubicado en la vertiente Este del
castillo, en un terreno plano con una suave pendiente hacia el mar, dedicado a plantaciones
de secano principalmente viñedos, higueras y árboles frutales.
Las
nuevas casas construidas se iban entregando a los nuevos propietarios conforme
se terminaban. Los fondos recaudados por las donaciones que venían de todas
partes de España, eran administrados por el Obispo de Orihuela Don Félix
Herrero Valverde. En honor a las personas que aportaron estas donaciones, se
puso el nombre de “Donadores” a una calle. Actualmente se llama calle Valencia.
José Viudes Amorós. Vocal de l’Institut d’Estudis
Guardamarencs
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