Fiesta de San Jaime 1898
FIESTA DE SAN JAIME EN 1898.
El
17 de julio de 1898 los miembros de la corporación de Guardamar discutían sobre
varías cuestiones económicas de la Villa, cuando los ánimos estaban sosegados
tomó la palabra el Alcalde Don Rosalino Pérez Hernández y dirigiéndose a todos
los componentes del Ayuntamiento les dijo: qué propuestas tenían para gastar las
100 pts., que se tenían presupuestadas para dar solemnidad a las Fiestas
Patronales en honor a San Jaime el próximo día 25.
Tomaron
la palabra varios concejales exponiendo que por desgracia la situación que
atravesaba la Nación, con motivo de la Guerra con los Estados Unidos que apoyaba
la independencia de las Colonias Españolas de Cuba y Filipinas, no era la más
propicia para celebraciones. Pues estaba provocando muchas desgracias en el
País y en particular en nuestra población. Desde hacía unos días se tenía
noticia de que varios soldados, hijos de la localidad, habían fallecido en
Filipinas (unos por enfermedades y otros por acciones de guerra) y aun se estaba
esperando noticias de lo que había pasado con la Escuadra del Almirante Cervera
donde iban embarcados muchos jóvenes de Guardamar.
Después
de una votación, acordaron por unanimidad suspender todos los festejos civiles
(pasacalles, conciertos, vaquilla, juegos etc..), manteniéndose la celebración
religiosa. El panegírico en honor a los Caídos lo haría el “orador sagrado” Don
Francisco Hernández Lucas, Canónigo de la Colegiata de Alicante e hijo de esta
Villa.
En 1898, el Almirante Cervera fue enviado al frente de la Escuadra de
Operaciones de las Antillas a Cuba a enfrentar a la escuadra norteamericana. La
escuadra de Cervera se componía de los cruceros protegidos “Infanta María
Teresa”, “Almirante Oquendo” y “Vizcaya”; del crucero acorazado, “Cristóbal
Colón” y de los destructores “Plutón”, “Furor” y “Terror”. Carecía de buques
carboneros por lo que sólo podían contar con el carbón almacenado dentro de los
propios cruceros.
El estado técnico de los barcos no era el mejor, por un lado el “Vizcaya”
por no haberse limpiado su casco en mucho tiempo, había perdido buena parte de
su velocidad. El crucero “Cristóbal Colón”, el mejor de la escuadra, moderno
buque de fabricación italiana y de fuerte blindaje, carecía de su artillería
principal por lo que era prácticamente inútil en combate. En cuanto a los
destructores solo dos de ellos lograron llegar a Cuba, pues el “Terror” sufrió
una avería en sus máquinas dando lugar a separarse de la escuadra y no
participar en la Batalla Naval.
Según la bibliografía que ha tratado hasta ahora este
tema, las cifras oficiales de bajas sufridas señalan 332 muertos y 197 heridos,
pero aquí se incluyen todas las bajas habidas en la escuadra durante la guerra
y no sólo en el combate del 3 de julio. Se calcula que en la acción de la Bahía
de Santiago el total de bajas debieron ser unas 350, entre muertos
y heridos.
José Viudes Amorós. Vocal de l’Institut d’Estudis
Guardamarencs.
Comentarios
Publicar un comentario