Escaramuza

Escaramuza.
Los de Guardamar siguieron a su “bola”, y el año siguiente eligieron a los jurados y almotacén[1]. Orihuela inició un pleito contra el justicia de Guardamar por haber consentido dicha elección, sabiendo que no tenían derecho desde que el rey Pedro IV por privilegio la declaró aldea de Orihuela en una sentencia comentada en el pergamino Nº1, Allí se declara que en las obras de muralla, valle y castillo no ayude Guardamar a Orihuela, ni Orihuela a Guardamar. Y que no se cargara a Guardamar de impuestos para evitar su despoblación, de hecho el impuesto de la sisa[2] lo cobraba la villa a todos los lugares excepto a Guardamar[3].  En cuanto a la jurisdicción de la justicia debe ser de la misma manera que el justicia de Valencia tiene con el lugar de Murviedro. Además, en caso de guerra estaba obligada a defender a Guardamar cuando lo ordenara el gobernador.  
Los granadinos siempre estaban inquietando a los habitantes de Guardamar, esta vez fueron dos galeotas, que en el año 1410 atacaron a tres barcas de comerciantes catalanes que estaban fondeadas frente al Molar. Los corsarios que venían de alta mar, cuando divisaron la presa se acercaron al cabo del Asno y desembarcaron unos cuantos hombres, acercándose por tierra a la altura de las barcas para que los cristianos no se escaparan. Cuando los catalanes se percataron de que las galeotas les iban a abordar, arriaron dos esquifes y salieron huyendo para resguardarse en el río; los moros les siguieron por mar y tierra. Cuando intentaban entrar a la Gola uno de los esquifes se puso de través a una ola y volcó, matando los perseguidores a un cristiano y cogiendo dos cautivos.
Los de Guardamar que habían observado cómo se había desarrollado los acontecimientos, armaron cinco barcas con diez remeros cada una. Salieron al mar con intención de abordar a los corsarios, pero éstos viéndoles venir vararon sus barcas y salieron corriendo por piernas. Mientras tanto desde el castillo hicieron varias alimaras (fogatas) para avisar a los de Orihuela, éstos no respondieron a las señales de socorro. Visto el resultado el baile de Guardamar mando un mensajero quejándose de lo ocurrido, pidiendo que pusieran mejores guardas en las torres, porque los que había no se enteraron de nada. Así en el caso de que llegara un verdadero peligro pudieran venir a socorrerlos. Los marinos catalanes también se quejaron, porque los vecinos querían quedarse las barcas como rescate, pero el baile las mandó restituir por la ley del mar, pues no había pasado el tiempo necesario desde que se rescató hasta que se pidió la restitución.
El Consejo de Orihuela ordenó que se pusieran buenos guardas tanto en su castillo como en el de Guardamar, prestando a los alcaides lo que fuera necesario para su defensa. Pidieron al baile general de Valencia cinco bombardas a cuarterón y otra de media arroba, diez ballesteros fuertes de sinfonías, una caja de viratones (flechas), una arroba de salitre, un cuarterón de azufre, y una receta de cómo se hace y mezcla la pólvora[4].
Las frecuentes luchas y razias, habían obligado a dejar la rica huerta del Segura abandonada, todos los hombres se dedicaban a la defensa de la frontera. Lo poco que cosechaban las mujeres, apenas era suficiente para la alimentación vital de una familia, esta situación era más grave en Orihuela, donde había más personas dedicada al comercio y oficios gremiales. La pesca era una solución para conseguir proteínas, pues con el pillaje de los granadinos y castellanos la cabaña ovinos, cápridos y bovinos había disminuido drásticamente. En 1411 el Consejo de Orihuela mandó a Francés Tomás Curio a Guardamar, con la misión de mandar a todos los pescadores y trajineros de la localidad, que todo el pescado lo llevaran la villa so pena de ser castigados. “Placia a vos dit Mustasaf[5] fer tinent vostre al dit Francès en les pesqueres, con hi haja de estar alguns dies”




[1] Persona encargada de comprobar las pesas y medidas, y todo lo referente al comercio y abasto de la villa.
[2] Impuesto que grababa el trigo y la carne.
[3] Pedro Bellot. Anales de Orihuela II. Edición Juan Torres Fontes, p 152

[4] Mosén Pedro Bellot. Anales de Orihuela I. Edición Juan Torres Fontes. Pp. 222-223
[5] Cargo público municipal, encargado de verificar las pesas y medidas además de procurar el abasto y el buen estado de las calles.

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