El Tesoro de Nuestra Señora de las Mercedes
El Tesoro de Nuestra Señora de Las Mercedes
En 1804 el Gobierno de Godoy se había
colocado en una situación de debilidad entre las dos potencias dominantes en
aquel momento, como eran Gran Bretaña y Francia.
En mayo de 1803 Gran Bretaña reanudo
la guerra contra Francia. España ante esta nueva situación no le quedó más
remedio que mantenerse neutral debido a que “ya no tenía más caudales que
gastar”, tuvo que negarse a alinearse
con uno u otro bando, pero para conseguir esta neutralidad Napoleón le obligó a
pagar seis millones de “livres” mensuales. Para realizar estos pagos, el
Gobierno español consiguió un préstamo de Francia al 10% de interés.
La situación se había vuelto muy
crítica. La defensa de las posiciones españolas no habían sido mejoradas desde
1793, el comercio colonial estaba continuamente amenazado por gran Bretaña y
Francia que se apoderaban de los envíos de
metales preciosos.
En este contexto cuatro fragatas
españolas, Medea, Mercedes, Fama y Clara, cargadas con los “caudales” para
paliar la situación económica de la corona española, bajo el mando de Don José
Bustamante, navegan hacia las costas del Cádiz procedentes de Montevideo. En
octubre de 1804 cuando la Fiebre Amarilla hacía estragos en ciudades como
Cartagena, Alicante o la Villa de Guardamar. Una escuadra británica interceptó
a los barcos españoles a la altura del Cabo San Vicente y a los 58 días de su
salida del Río de la Plata, para conseguir que los caudales no acabaran en manos
de Napoleón, por medio de los pagos impuestos.
Ante la negativa de los mandos españoles de acompañarles
a ningún puerto que no sea español, y sin dar apenas tiempo para dialogar y
buscar una alternativa sin derramamiento de sangre, Sir Graham Moore, inicia el
ataque. En medio del inesperado combate, la fragata española Nuestra Señora de
las Mercedes explota violentamente hundiéndose al instante. Doscientas sesenta
y tres personas mueren como consecuencia de la explosión o ahogadas en los
momentos posteriores. La pérdida de esta fragata, en la que viajaban
numerosos pasajeros, entre ellos la mujer e hijos del segundo comandante, Don
Diego Alvear, y la mujer y los siete hijos de D. José de Bustamate, decanta el
combate hacia las naves inglesas que finalmente capturan a las tres fragatas
españolas y las conducen como detenidas hasta Gran Bretaña.
203 años después de este histórico suceso, que tuvo como
consecuencia directa la declaración de guerra contra Gran Bretaña en diciembre
de aquel mismo año. La empresa “cazatesoros” Odyssey Marine Exploración, en el año 2007, localiza y expolia parte del cargamento
de esta fragata, trasladándolo de forma ilícita hasta Tampa (Florida), más de
500.000 monedas de plata y oro, además de algunos restos de objetos pertenecientes
a la tripulación. Son el rico conjunto arqueológico extraído de aquel naufragio
hundido a 1.500 metros de profundidad. Se inicia entonces un largo litigio en
el que los tribunales norteamericanos dan la razón al estado Español reconociendo
sus derechos sobre dichos bienes y ordenando su inmediata devolución a
España. Este caso ha supuesto un importante precedente internacional en la
defensa del Patrimonio Arqueológico Subacuático.
Actualmente se puede ver la exposición
de las monedas del Tesoro en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática ARQUA
de Cartagena o en el Muso Naval de Madrid.
José
Viudes Amorós. Vocal de l’Institut d’Estudis Guardamarencs
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