La Paz
En la edad media las
guerras consistían principalmente en asediar una villa o castillo hasta que los
defensores rendían la plaza por hambre, en lo posible rehuían el enfrentamiento
abierto, limitándose los ejércitos a hostigar la retaguardia de uno y otro. El
reinado de Pedro I, terminó en marzo1369 con su muerte a manos de Enrique II de
Trastámara, su hermanastro, “El Fratricida”. Se firmó entonces la paz entre
Aragón y Castilla.
Pero esta paz, no
significó para nuestra comarca un estado de tranquilidad, los moros de Granada,
con la ayuda de los que residían en las aljamas o los cautivos que trabajan
como esclavos para los cristianos, entraban por la huerta cometiendo toda clase
de tropelías, robando, llevándose ganado y personas que luego lo intercambiaban
por dinero (los cristianos hacían lo mismo en Granada, era una forma de ganarse
la vida en la zona de frontera). Eran tan frecuentes estas entradas, que
pusieron día y noche atajadores y atalayas en las zonas de paso. Como los moros
tenían que cruzar para llegar a la huerta de Murcia, acordaron con éstos pagar
a medias el servicio de vigilancia que pusieron por la zona de la frontera
granadina. A pesar de todas estas medidas continuaron las entradas en uno y
otro sentido.
En 1381, paso por el
puente de Guardamar con su rebaño Miguel Mateu, el justicia de Orihuela le
cobró una res por el derecho de pontazgo. Francés Bisbe que vivía en el
castillo de Guardamar le hizo pagar otra por derecho de asadura. Mateu se quejó
ante el Concejo de Orihuela por el pago de una res que le habían hecho pagar,
éste escribió a Francés que él no tenía el castillo con derecho a homenaje a
uso de España para ejercer este derecho, sino como casa llana de habitación,
por lo tanto debía restituir la res o su valor antes de un día, o por el
contrario comparezca ante el Concejo para dar explicaciones de porque la cobró.
El gobernador finalmente fue a Guardamar a tomar declaración a todos aquellos
que tenían cargos municipales, y darles instrucciones sobre la nueva situación
ya que carecían de ciertas facultades para ejercer su jurisdicción.
Era tanta la
inseguridad y los ataques que sufría Guardamar por los piratas granadinos, que
en 1382 el Concejo de Orihuela mandó a Arnau Masquefa y Jaime Boadilla con el
encargo de que le dijeran al rey que mandara derribar Guardamar y se
construyera de nueva en el lugar de Rojales, que estaba un poco más alejado de
la costa.
Estudiado el tema
por el rey y su consejo, les presentaron un presupuesto de lo que costaría construir
de nuevo las murallas y las torres. Los mensajeros espantados por el coste, le
dijeron al rey que bastaría con construir un cortijo y una torre fuerte donde
se pudieran refugiar los campesinos en caso de ataque como estaba en otras
aldeas. Afortunadamente el rey desestimó la propuesta del Concejo de Orihuela.
Siguiendo con las
demostraciones de fuerza entre las dos poblaciones, en 1383 el justicia de
Guardamar mandó colgar en la horca, antes de la salida del sol a Martín Ginés,
que era criado de un miembro del concejo de Orihuela. Éste protestó ante el
Concejo porque opinaba que lo habían colgado sin juicio. Se formó un expediente
con lo ocurrido y se remitió a gobernador y al rey para que en el futuro no se
atreviesen a repetir este hecho. También enviaron a un escribano para que
averiguara y castigara a los contrabandistas que habían introducido vino
forastero en Guardamar[1].
En el año1386, otra vez se requirió por parte del concejo de Orihuela la
cantidad debían contribuir como aldea suya.
Debemos tener en
cuenta que cuando se repobló Murcia. Alfonso X quiso evitar la excesiva fuerza
de los nobles y alejó a éstos de la capital, dándoles grandes extensiones en la
frontera con Granada, donde la población era escasa, la economía de esta zona
era eminentemente ganadera y la población se agrupaba alrededor de los
castillos, por lo tanto, la frontera era muy permeable. En la zona de la
huerta, por el contrario, la tierra se repartió en pequeños lotes, donde los
campesinos construían sus viviendas.
Finalmente se llegó
a un acuerdo con los granadinos que frenó un poco los desmanes que se
producían. Las medidas adoptadas fueron las siguientes: Si entraban los moros
en nuestra gobernación y robaban o prendían cautivos, los moros residentes de
las aljamas tenían que restituir lo robado y si eran personas pagar con su
dinero los rescates, y viceversa los cristianos residentes en Granada pagaban
los daños que hacían los cristianos. Con estas medidas se frenaron las
entradas, pues los moriscos ya no ayudaba a entrar ni informar a los
granadinos, muy al contrario, cuando se enteraban que se estaba organizando una
razia la denunciaban a las autoridades para que pusieran medidas.
En 1400 detectaron
la entrada por Lorca, de cinco moros muy peligrosos, los atajadores les
siguieron el rastro y al pasar por una zona escarpada les dieron una emboscada
y los mataron a todos, siendo recompensados los vigilantes con 15 florines.
También vinieron noticas de que se estaba preparando una armada en África para
atacar Alicante, avisaron a Guardamar para que estuviera preparada por si
decidían atacarla, el Concejo ordenó que todos lo que habitaban su huerta
entraran en la villa, por fortuna, todo quedó en una falsa alarma.
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