Reduán

En el año 1331 después de romper el rey de Granada la tregua que tenía con el rey de Aragón reunió todas las tropas que tenía en la frontera de Murcia al mando de su general Reduan, junto a Albuceber hijo de Ozmin, y Machif que tenía un gran ejército en Antequera. Todos juntos componían un ejército de 5.000 jinetes, 10.000 peones y 5.000 ballesteros. Cruzaron Murcia y se lanzaron sobre la vega del Segura. Pusieron cerco a la ciudadela de Guardamar un viernes día de San Lucas, después de una dura batalla donde murió mucha gente, ante un ejército tan numeroso, el castillo que no tenía las fortificaciones preparadas, fue tomado por los moros. Después de hacer 1.200 cautivos, a la mañana siguiente se retiraron talando y quemando las cosechas de la huerta de Orihuela. Mandaron decir al concejo de Murcia que, si querían la villa de Guardamar para dársela al rey de Castilla, se la entregarían dejándola con una guarnición.[1] (::)
Los roces entre los dos Pedros, I de Castilla y IV de Aragón, por motivos de la ayuda mutua que se daba a los infantes (hermanos de uno y otro rey no conformes con el reparto de poder), más la espina clavada de la anexión de la vega baja del Segura por Jaime II degeneró en una guerra abierta entre los dos reinos.
La chispa que prendió la llama de la guerra, fue el apresamiento en 1356 de dos galeras genovesas en aguas del estrecho de Gibraltar por una flotilla de 8 galeras aragonesas mandadas por Francés Perellós que se dirigían a Normandía a ayudar a Francia contra los ingleses en la guerra de los 100 años. Casualmente Pedro de Castilla estaba en esos momentos por la zona viendo la pesca del atún. Al enterarse del apresamiento, mandó un emisario al almirante aragonés para que restituyera los bienes incautados. El almirante contestó que él sólo respondía ante su rey y que los genoveses eran enemigos de su corona. Vista la respuesta Pedro ordenó prender e incautar todos los bienes de los comerciantes catalanes que estaban en Sevilla. Francés no conforme con el botín de las galeras genovesas, remontó el río Guadalquivir unos kilómetros saqueando varias aldeas, continuó subiendo por la costa portuguesa y al llegar a Galicia entró en varios puertos cometiendo las mismas tropelías.  (::)




[1] Jerónimo Zurita, Anales de la Corona de Aragón, p. 99

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